Los hermanos Lumière

Auguste Marie Louis Nicolas Lumière (19 de octubre de 1862 – 10 de abril de 1954) y Louis Jean Lumiére (5 de octubre de 1864 – 7 de junio de 1948) fueron los inventores del proyector cinematográfico.

Los hermanos Lumiére trabajaban en el taller fotográfico de su padre. Auguste trabajo de administra, y Louis, como físico, que además hizo mejoras en el proceso de las fotografías estáticas.

En el año 1892, comenzaron a trabajar para poder fotografiar imágenes en movimiento.

Crearon un aparato que servía como cámara y proyector: el cinematógrafo, que se basa en el efecto de la persistencia retiniana de las imágenes sobre el ojo humano.

Crearon su primera película en el año 1894, y al año siguiente, fue mostrada en Paris en una sesión de la Société d'Encouragement à l'Industrie Nacional La sortie des ouvriers des usines Lumière à Lyon Monplaisir, rodada tres días antes.

Tras diversas presentaciones científicas, en la Universidad de Sorbona, en Bruselas y otros lugares, se procedió a su explotación en la primera sesión exhibida para un público comercial, como primer espectáculo de pago, dando lugar al inicio del cine, el 28 de diciembre de 1895, en parís, en el Salon indien du Grand Café, en  el Boulebar des Capucines, donde se proyectaron varias cintas entre las que destacaban, a parte de la ya citada Salida de la fábrica Lumiére, otras como Llegada de un tren a la estación de la Ciotat o El regador regado, en el que aparece el primer actor pagado de la historia, el jardinero Jean-François Clerc. Así, como este catálogo, el cine comenzó su historia a modo de documental, como testigo objetivo de la vida cotidiana.

Los hermanos dijeron <<el cine es una invención sin ningún futuro>>; pero aprovecharon todo lo que el nuevo invento les ofreció para montar un negocio rentable. Los Lumière enviaban un cinematógrafo y un operador allá donde era requerido. Con estas cintas rodadas en los lugares más exóticos del planeta surge el montaje.

Su posición económica y el interés que mostraban hacia la ciencia les hicieron menospreciar las posibilidades comerciales de su invento, por lo que finalmente abandonaron la producción cinematográfica.

En 1906 patentaron un proceso para realizar fotografías en color, el Autocrome Lumiére, lanzado al mercado en 1907.